No registrar a un trabajador en la Seguridad Social es una de las infracciones más serias que puede cometer un empresario en España. Esta práctica irregular no solo pone en riesgo los derechos básicos del empleado, también puede llevar al empleador a enfrentar consecuencias legales, económicas y reputacionales muy serias. En este artículo veremos con detalle qué sanciones te esperan si no das de alta a un empleado y qué otros problemas pueden surgir de esta infracción.
¿Cuáles son las sanciones por no tener dado de alta a un trabajador en la Seguridad Social?
La ley española es clara: todo empleador tiene que dar de alta a sus empleados en la Seguridad Social antes de que empiecen a trabajar. Es así de simple. Si no cumples con esta obligación, te enfrentas a consecuencias serias según la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social. Cuando mantienes a un trabajador sin registrar ante la Seguridad Social, estás vulnerando sus derechos laborales más básicos y te expones a una serie de sanciones que pueden ir escalando. La gravedad dependerá de varios factores, como si es la primera vez que te pasa o si tienes a varios trabajadores en esta situación.
Tipos de infracciones según la gravedad
La normativa laboral española no trata todas las infracciones igual. Cuando hablamos de no dar de alta a alguien que trabaja para tu empresa, la cosa puede clasificarse de diferentes formas según lo grave que sea. Si simplemente no has dado de alta a alguien antes de que empiece a trabajar, ya estás ante una infracción grave – y eso ya trae consigo sanciones importantes. Pero la cosa puede ponerse peor. ¿Cuándo pasa a ser una infracción muy grave? Cuando hay circunstancias que empeoran la situación: por ejemplo, si contratas a trabajadores extranjeros sin papeles, si afectas a personas especialmente vulnerables (piensa en menores o personas con discapacidad), o si tienes a un montón de trabajadores sin dar de alta al mismo tiempo. Esta clasificación no es solo burocracia – determina directamente cuánto vas a tener que pagar y qué otras consecuencias vas a enfrentar.
Cuantía de las multas por no dar de alta
Hablemos de números, porque es lo que más duele. La multa por no dar de alta a un trabajador varía bastante según cómo se clasifique la infracción. Si te pillan con una infracción grave, las multas van desde 751 hasta 7.500 euros por cada trabajador. Sí, has leído bien: por cada uno. Pero si la cosa se considera muy grave, prepárate: las multas pueden ir desde 7.501 hasta la friolera de 225.018 euros en los casos más extremos.
Piénsalo un momento: si tienes cinco trabajadores sin dar de alta, multiplica. El impacto económico puede ser devastador para cualquier empresa, da igual si eres una PYME o una gran corporación. En muchos casos, especialmente cuando ya te han pillado antes o no colaboras con la inspección, la sanción puede superar tranquilamente los 12.000 euros por trabajador. ¿Vale la pena el riesgo?
Consecuencias adicionales para el empleador
Pero espera, que la cosa no acaba con pagar la multa. Si no has cumplido con tu obligación de dar de alta a los empleados, te esperan más sorpresas desagradables. Primero, vas a tener que pagar toda la cuota de la Seguridad Social que no has pagado hasta ahora, con sus correspondientes recargos e intereses. Y eso puede ser mucho dinero si llevas tiempo con el trabajador sin dar de alta.
Pero hay más: tu empresa puede quedar vetada para contratar con la administración pública durante un tiempo. ¿Necesitas subvenciones o ayudas públicas? Olvídate. Y no hablemos del daño a tu reputación – en el mundo de los negocios, estas cosas se saben y pueden hundir tu credibilidad. En los casos más graves, cuando hay reincidencia o la situación es especialmente seria, las autoridades pueden ordenar el cierre temporal de tu negocio. Imagínate tener que parar toda tu actividad, perder clientes, contratos… Las pérdidas pueden ser incalculables.
¿Qué multa me pueden imponer si me pillan con un empleado sin alta en Seguridad Social?
Esta es la pregunta del millón, ¿verdad? «¿Cuánto me va a costar si me pillan?» La respuesta no es sencilla porque depende de muchos factores. Los inspectores de trabajo no tiran los dados para decidir la multa – evalúan cada caso individualmente. Lo que sí está claro es que mantener a alguien trabajando sin el alta en la Seguridad Social es una vulneración grave de tus obligaciones como empresario. Y las consecuencias económicas pueden ser brutales, no importa si tienes una pequeña tienda de barrio o una empresa con cientos de empleados.
Sanciones económicas según el número de trabajadores afectados
Aquí viene lo que más asusta: el efecto multiplicador. La multa base se aplica por cada trabajador que encuentren sin dar de alta. Si has estado jugando con fuego y tienes a varios empleados en situación irregular, prepárate para hacer cuentas que no te van a gustar nada.
Pongamos un ejemplo real: imagina que llega una inspección y encuentra cinco trabajadores sin alta. En el mejor de los casos (si aplican la sanción mínima de 751 euros por trabajador), ya estás hablando de 3.755 euros. Pero si las cosas se ponen feas y aplican sanciones más altas, podrías estar mirando una factura de 37.500 euros o incluso más. El sistema está diseñado precisamente para que duela – para que la sanción sea tan alta que ni se te ocurra volver a hacerlo.
Recargos en las cotizaciones no realizadas
Como si la multa no fuera suficiente, ahora viene la segunda parte del golpe: tienes que pagar todas las cotizaciones que no has pagado hasta ahora. Y no, no es solo pagar lo que debías. Viene con un recargo que puede ser del 20% al 35%, dependiendo de cuánto tiempo haya pasado desde que tenías que haber cotizado.
Piénsalo: si has tenido a alguien trabajando durante un año sin dar de alta, no solo pagas las 12 mensualidades de cotización. Le sumas el recargo, y la cuenta sube considerablemente. Muchas veces, este pago retroactivo con recargos acaba siendo incluso más caro que la propia multa. Es como una bola de nieve que crece y crece, especialmente si la relación laboral irregular ha durado meses o años.
Consecuencias en caso de inspección de trabajo
Cuando llega la inspección de trabajo y encuentra trabajadores sin alta, se pone en marcha una maquinaria burocrática que puede ser tu peor pesadilla. Los inspectores tienen poder para hacer muchas cosas: levantar actas de infracción, ordenar que regularices inmediatamente la situación de los trabajadores, y proponer sanciones adicionales. A veces incluso pueden decidir que tu caso se haga público, lo cual es terrible para la imagen de cualquier negocio.
Durante todo el proceso, tienes que colaborar sí o sí. Eso significa entregar todos los papeles que te pidan, dejarles entrar en tus instalaciones, responder a sus preguntas… Si te pones difícil o intentas obstaculizar su trabajo, acabas de sumar otra infracción a la lista. Y créeme, eso solo va a empeorar las cosas y aumentar la factura final.
¿Cuáles son las consecuencias legales de no dar de alta a una persona que trabaja para mí?
Las consecuencias de no registrar a un trabajador en la Seguridad Social van mucho más allá de tener que pagar multas. Estamos hablando de un abanico completo de problemas legales que pueden ir desde lo administrativo hasta lo penal. Sí, has leído bien: penal. En casos graves, podrías acabar con antecedentes penales. Es fundamental que cualquier empresario o persona con empleados a su cargo entienda la gravedad real de esta situación.
Responsabilidades administrativas del empleador
Cuando no das de alta a tus trabajadores, asumes una serie de responsabilidades que pueden perseguirte durante años. Primero están las sanciones de la inspección de trabajo, que ya hemos visto que no son poca cosa. Pero hay algo que puede ser incluso peor: te conviertes en el responsable directo de todas las prestaciones que ese trabajador pueda necesitar.
¿Qué significa esto? Pues que si tu trabajador se pone enfermo y necesita una baja, la pagas tú de tu bolsillo. Si tiene un accidente y queda con una incapacidad permanente, la pensión la pagas tú. Y en el peor de los casos, si fallece, tú serás responsable de las pensiones de viudedad u orfandad. Estas cantidades pueden ser astronómicas y, lo peor de todo, indefinidas en el tiempo. Es como firmar un cheque en blanco que puede arruinarte completamente.
Posibles consecuencias penales según el artículo 311 del Código Penal
Aquí es donde la cosa se pone realmente seria. El artículo 311 del Código Penal no se anda con chiquitas: establece que imponer condiciones laborales que perjudiquen los derechos de los trabajadores es un delito. Y no dar de alta a alguien en la Seguridad Social encaja perfectamente en esta descripción, especialmente si lo haces de forma sistemática o con varios trabajadores.
Las penas no son ninguna broma: estamos hablando de prisión de seis meses a seis años y multas de seis a doce meses. Pero las consecuencias van más allá del dinero o incluso de la cárcel. Tendrás antecedentes penales, no podrás contratar con ninguna administración pública, y tu reputación quedará por los suelos. ¿Conoces algún negocio que haya sobrevivido después de que su dueño fuera condenado por delitos contra los trabajadores? Yo tampoco.
Derechos del trabajador no registrado
Aquí hay algo que muchos empresarios no entienden: aunque no hayas dado de alta al trabajador, sus derechos laborales siguen intactos. El trabajador puede denunciarte cuando quiera a la inspección de trabajo o llevarte a juicio. Puede exigir que se reconozca la relación laboral y que le des de alta con efecto retroactivo desde el primer día que empezó a trabajar.
Pero eso no es todo. También puede reclamar diferencias salariales si le has pagado menos de lo que marca el convenio, las vacaciones que no ha disfrutado, y cualquier otro derecho que le corresponda. Y si lo despides, prepárate: puede alegar despido improcedente o incluso nulo, con indemnizaciones que pueden ser mucho más altas de lo normal. En resumen: el trabajador tiene todas las de ganar, y tú todas las de perder.
¿Qué ocurre si tengo un trabajador que está cobrando el paro y no está dado de alta?
Esto es jugar con fuego en un depósito de gasolina. Si contratas a alguien que está cobrando el paro sin darle de alta, estás cometiendo un doble fraude. Por un lado, el trabajador está cobrando una prestación a la que no tiene derecho (porque está trabajando). Por otro, tú estás evadiendo tus obligaciones de dar de alta y cotizar. Las autoridades tratan estos casos con especial dureza, y con razón.
Doble infracción: para el empleador y el trabajador
En esta situación, los dos salen perdiendo. Tú, como empleador, cometes la infracción de no dar de alta con todas las consecuencias que ya hemos visto. Pero el trabajador también la está liando: compatibilizar el paro con un trabajo no declarado es una infracción muy grave.
La normativa es especialmente dura con estos casos porque el perjuicio es doble: se están pagando prestaciones a quien no las merece y se están dejando de ingresar cotizaciones. Es como robar por partida doble a las arcas públicas, y eso no le gusta nada a la administración.
Sanciones agravadas por fraude a la Seguridad Social
Cuando contratas a alguien que cobra el paro sin darle de alta, la inspección de trabajo suele considerar que hay mala fe. Y eso es un agravante que puede disparar las multas hasta los niveles más altos. Ya no es un «despiste» o un «error administrativo» – es un fraude premeditado.
La cosa puede ponerse tan fea que podríais acabar acusados de un delito de fraude a la Seguridad Social (artículo 307 del Código Penal). Si las cantidades defraudadas superan los 50.000 euros, las penas pueden incluir prisión de uno a cinco años. Y 50.000 euros se alcanzan más rápido de lo que piensas cuando sumas cotizaciones no pagadas de varios trabajadores durante meses o años.
Obligación de devolver prestaciones indebidas
Para el trabajador, las consecuencias también son graves. Tendrá que devolver todo el paro que ha cobrado mientras trabajaba, más recargos e intereses. Pero eso es solo el principio: puede ser sancionado con la pérdida del derecho a cobrar cualquier prestación durante un año. Y si es reincidente o el caso es especialmente grave, puede quedar excluido del sistema de prestaciones hasta cinco años.
Imagínate quedarte sin trabajo de verdad después de esto y no poder cobrar el paro durante cinco años. Es una situación que puede llevar a cualquiera a la ruina personal.
¿Cómo puedo evitar sanciones por no dar de alta a un trabajador en la Seguridad Social?
La respuesta es obvia pero vale la pena repetirla: cumple con la ley desde el primer día. No hay atajos ni trucos que valgan. Dar de alta a tus trabajadores no es opcional, es obligatorio. Y créeme, sale mucho más barato hacerlo bien desde el principio que pagar las consecuencias después.
Obligaciones del empleador respecto al contrato laboral
Todo empleador tiene que hacer las cosas bien desde el minuto uno. Eso significa formalizar un contrato de trabajo que refleje la realidad: horario real, salario real, categoría profesional real. Nada de contratos de media jornada cuando el trabajador hace jornada completa, ni de pagar una parte en negro.
Y junto con el contrato, el alta en la Seguridad Social. No hay excusas válidas: «es que solo va a estar unos días», «es que estamos de prueba», «es que prefiere cobrar más en negro»… Todas estas excusas te pueden costar muy caro. El procedimiento es claro: primero el alta, después a trabajar. Nunca al revés.